X, la plataforma antes conocida como Twitter, dejar atrás su sede en San Francisco, más de una década después de que el otrora gigante de las redes sociales abriera por primera vez en el corazón de Silicon Valley.
Se espera que la compañía migre a las oficinas existentes en San José “en las próximas semanas”, según un correo electrónico interno que la directora ejecutiva Linda Yaccarino envió a los empleados el lunes.
“Trabajaremos para hacer la transición a nuestras nuevas ubicaciones principales en el Área de la Bahía, incluida la oficina existente en San José y un nuevo espacio compartido centrado en ingeniería con XAl en Palo Alto”, decía el correo electrónico. “Los líderes están trabajando activamente en planes, incluidas opciones de transporte, para aquellos directamente afectados”.
La decisión de abandonar San Francisco se produce después de que Elon Musk, el propietario de la plataforma, amenazara con trasladar la empresa a Texas, a raíz de la Ley de SEGURIDAD de California.
El proyecto de ley, que se convirtió en ley el mes pasado, prohíbe a las escuelas implementar reglas que requieran que los padres sean notificados si su hijo se identifica como transgénero. Además, la legislación requeriría que el Departamento de Estado proporcione recursos para apoyar a los niños que se identifican como LGBTQ+, según la presentación.
“Esta es la gota que colmó el vaso”, dijo Musk en X en julio. “Debido a esta ley y a muchas otras que la precedieron, que atacan tanto a familias como a empresas, SpaceX ahora trasladará su sede de Hawthorne, California, a Starbase, Texas”.
Semanas después, Musk causó controversia cuando dijo que su hija separada, Vivian Wilson, era “delicado“después de que ella recibió atención de afirmación de género, lo que lo llevó a jurar “destruir el virus de la mente despierta”.
Posteriormente, Wilson dio una entrevista a NBC News en la que describió a Musk como un narcisista y un padre ausente que la reprendió por su feminidad.
“Hicimos un viaje por carretera que no sabía que en realidad era solo un anuncio de uno de los autos (no recuerdo cuál) y él me gritaba constantemente con saña porque mi voz era demasiado aguda”, dijo. “Fue cruel”.
Francisco Velásquez colaboró con este reportaje.
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