
El Oráculo de Omaha ha hablado y Wall Street, como siempre, está todo oídos. La bola de cristal de Warren Buffett muestra preocupación por las tensiones globales, cautela en los mercados volátiles y confianza en Berkshire Hathaway.BRK.A) futuro bajo un nuevo liderazgo.
Buffett, que actualmente tiene 94 años, dijo el sábado que...dimitió como director de Berkshire Hathaway A finales de este año, poniendo fin a una legendaria carrera como inversionista que lo vio superar al mercado año tras año, Buffett dijo que recomendará a la junta que Greg Abel, su aparente heredero desde hace mucho tiempo, asuma el cargo de CEO. Abel es actualmente presidente y CEO del negocio de energía de la compañía y vicepresidente de las operaciones no aseguradoras de Berkshire.
Pero antes de esa noticia, en la muy seguida reunión anual de Berkshire el sábado, Buffett ofreció su opinión sobre el panorama económico actual, aderezada con su humor y franqueza característicos. Como siempre, sus palabras resonaron mucho más allá del centro de convenciones de Omaha.
A continuación se presentan algunos de los aspectos más destacados de las declaraciones de Buffett a los inversores.
Una advertencia sobre la guerra comercial de Trump
La guerra comercial y los aranceles fueron el foco inmediato. Buffett, hablando ante miles de asistentes a la reunión anual de su holding, lanzó una dura crítica a las políticas comerciales proteccionistas mientras el presidente Donald Trump intenta Reestructurar el orden comercial mundial con aranceles radicales.
“El comercio no debería ser un arma”, dijo.
Buffett, quien hasta ahora había guardado silencio sobre los aranceles de Trump, agregó que el comercio ha generado “cosas malas” en las actitudes que ha generado en Estados Unidos.
“No creo que sea una gran idea intentar diseñar un mundo donde unos pocos países digan: ‘Ja, ja, ja, hemos ganado’ y otros países sientan envidia”, dijo, y agregó que Estados Unidos debería buscar comerciar con el resto del mundo.
Buffett no mencionó al presidente por su nombre, pero el objetivo de sus críticas estaba claro. Las tensiones entre Estados Unidos y China siguen siendo altas, y ambas partes imponen aranceles a bienes por valor de miles de millones de dólares.
“No hay duda de que el comercio puede ser un acto de guerra”, afirmó Buffett.
Buffett, cuyo extenso conglomerado posee negocios que abarcan desde ferrocarriles y servicios públicos hasta minoristas y gigantes de seguros, ha defendido durante mucho tiempo la globalización y ha advertido contra los impulsos aislacionistas.
Berkshire, en su informe trimestral de resultados, afirmó: «Los cambios en las condiciones macroeconómicas y los acontecimientos geopolíticos, incluidos los cambios en las políticas comerciales internacionales y los aranceles, podrían afectar negativamente nuestros resultados operativos y el valor de nuestras inversiones en valores de renta variable y de nuestros negocios operativos. Actualmente, no podemos predecir con fiabilidad la naturaleza, el momento ni la magnitud de las posibles consecuencias económicas de dichos cambios ni su impacto en nuestros estados financieros consolidados».
Es hora de ser cautelosos con los mercados
En una muestra distintiva de su sobria perspectiva del mercado, Buffett expresó su escepticismo acerca del sobrecalentado mercado de valores.
Berkshire Hathaway reportó una disminución del 14% en las ganancias operativas para el primer trimestre de 2025, impulsada en gran medida por una fuerte caída en los ingresos por suscripción de seguros (parcialmente relacionada con los incendios forestales en el sur de California). Aun así, la compañía cerró el trimestre con un récord de $347,7 mil millones en efectivo e inversiones a corto plazo, frente a los $334 mil millones a fines de 2024.
El gran tamaño de la pila de efectivo de Berkshire refleja la renuencia de Buffett a invertir capital en este tipo de mercado. Dijo a los asistentes que el holding no veía nada demasiado atractivo para invertir en este momento, diciendo que si bien Berkshire estaría dispuesto a invertir hasta $100 mil millones en las condiciones adecuadas, tales oportunidades actualmente no cumplen con el umbral de valor y riesgo de la compañía.
“Hemos ganado mucho dinero al no querer que nos invirtieran en todo momento”, dijo.
A pesar de eso, Buffett dejó en claro que el dinero no se está ahorrando para su sucesor.
“Yo no haría nada ni de lejos tan noble”, añadió, provocando risas entre la multitud. “Si se enoja cuando me vaya, me enojaré".
También parecía algo optimista sobre el futuro del país: “Si naciera hoy, seguiría negociando en el útero hasta que me dijeran: ‘Podrías estar en Estados Unidos’", bromeó Buffett.
Dejó claro que Berkshire no invertiría su dinero en “cosas estúpidas”. Si la empresa lo hiciera, los accionistas “deberían deshacerse de nosotros”, añadió.
“Es más fácil hacer estupideces con el dinero ajeno que con el propio”, dijo Buffett. “Ese es uno de los problemas que suele tener el gobierno. No queremos que esto llegue a manos de la empresa privada”.
Este contenido ha sido traducido automáticamente del material original. Debido a los matices de la traducción automática, pueden existir ligeras diferencias. Para la versión original, haga clic aquí.