
El presidente Trump ha puesto en la mira a algunas de las universidades más elitistas del país con demandas que incluyen revertir o eliminar la DEI, ayudar en las deportaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y eliminar el uso de mascarillas en el campus. La administración ha amenazado con retener fondos a las escuelas que no acepten las directivas. La Universidad de Harvard se negó esta semana a negociar con la administración, que a cambio recortó miles de millones de dólares en fondos.
“La negativa de Harvard a negociar expresa su compromiso inquebrantable con la libertad e integridad académicas y su misión de fomentar el pensamiento crítico. En una época en que las agendas políticas buscan moldear la dirección de la educación superior, instituciones como Harvard deben mantenerse firmes en la protección de su independencia y priorizar la búsqueda del conocimiento por encima de todo lo demás”, dice el Dr. Cedric B. Howard, experto en educación superior y fundador de Howard Executive Consulting.