
La sabiduría convencional dice que el bistec debe combinarse con vino tinto, el pollo y el pescado con vino blanco, y los hermosos días de verano en el patio con vino rosado.
Pero ¿qué pasa cuando llega el final de una semana larga y no has tenido tiempo de ir al supermercado, así que lo único que tienes en la alacena es una bolsa de patatas fritas, la última bolsa de galletas de las Girl Scouts y una caja de cereales? Siempre puedes combinar uno de esos artículos con un vino cuidadosamente seleccionado, o ver lo que puedas encontrar en el fondo de tu congelador o lo que puedas conseguir a través de una aplicación de reparto a domicilio de tu elección.
Con el espíritu de los festines improvisados, aquí hay siete de los maridajes de vinos más interesantes que puedes probar esta noche, ya sea que una bolsa de chips de maíz picantes enrolladas sea todo lo que puedas conseguir, o si simplemente quieres probar algo un poco raro. Y en caso de apuro: un riesling va con casi cualquier cosa.