
No se suponía que así fuera como comenzó 2024 para Boeing. Se suponía que sería el año de Boeing, cuando finalmente puso su última crisis del 737 Max detrás de ésto y el CEO Dave Calhoun sería capaz de trazar un camino hacia cielos más tranquilos. Pero entonces un vuelo desafortunado de Alaska Airlines arrojó todo el año de Boeing al caos. A finales de marzo, Calhoun estaba fuera.
Ahora, a menos de la mitad de 2024, ha sido un año definido por retrasos en la producción, escrutinio e investigaciones regulatorias, múltiple denunciantes — y una racha histórica de perdeduras para la acción.
Las acciones de Boeing han bajado aproximadamente un 29% en lo que va de 2024, lo que lo hace una de las acciones de peor desempeño en el S&P 500. La empresa es pedir prestado $10 mil millones mientras quema dinero en efectivo tratando de solucionar sus problemas. Y la agencia de calificación Fitch dice que el riesgo de incumplimiento de la empresa es cada vez más cerca del territorio de los bonos basura.
He aquí un vistazo al brutal 2024 de Boeing... hasta ahora.