Los estadounidenses podrían enfrentarse a una asombrosa pérdida de 46.000 millones de dólares. $78 mil millones en poder adquisitivo cada año si Nuevas tarifas propuestas por el expresidente Donald Trump se están implementando, según un estudio reciente de la Federación Nacional de Minoristas (NRF).
Estas propuestas incluyen un arancel generalizado del 10% al 20% sobre las importaciones de todos los países y un sorprendente arancel del 60% al 100% dirigido específicamente a China.
“Los minoristas dependen en gran medida de los productos importados para ofrecer una variedad de bienes a precios asequibles”, dijo Jonathan Gold, vicepresidente de cadena de suministro y política aduanera de NRF, en un comunicado. En realidad, estos aranceles funcionan como un impuesto pagado por los importadores estadounidenses, que inevitablemente repercute en los consumidores a través de precios más altos, en parte porque los aranceles serían demasiado altos para que los minoristas los absorbieran.
Las implicaciones podrían dificultar la compra de artículos cotidianos. Un horno tostador de $40 podría subir a $52, mientras que un par de zapatillas deportivas de $50 podría subir a $64. Incluso las compras de alto precio, como un juego de colchón de $2,000, desencadenarían un shock de precio. Los aumentos afectarían más a las familias de bajos ingresos, dice NRF, lo que tensaría aún más sus presupuestos.
Los aranceles propuestos inflarían drásticamente los costos para el consumidor, elevando el gasto en prendas de vestir de $13,9 mil millones a $24 mil millones. Empresas como Levi’s, Nike (NKE-0.38%), y Patagonia, que obtienen una parte de sus productos de países como México, pueden no tener más opción que Trasladar esos costos a los consumidores.
Los juguetes podrían aumentar de 8.800 millones de dólares a 14.200 millones de dólares, y otras categorías, como muebles, electrodomésticos, calzado y artículos de viaje, también enfrentarían precios más altos.
Con tasas arancelarias promedio que potencialmente podrían superar el 50% en estos escenarios, el impacto en los compradores estadounidenses comunes podría ser profundo. Si bien algunos fabricantes estadounidenses pueden salir ganando, el impacto en las billeteras de los consumidores sería “perjudicial”, dijo la NRF.
Este contenido ha sido traducido automáticamente del material original. Debido a los matices de la traducción automática, pueden existir ligeras diferencias. Para la versión original, haga clic aquí.